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Casi dos años han pasado desde que vio la luz el Decreto 1417 de 2021, una regulación de armas traumáticas que, en su corta vida, se convirtió en el drama que nadie quiso ver. Nacido con vicios y rodeado de mentiras, este pobre decreto se despidió sin pena ni gloria. ¿Por qué? Porque fue un decreto hecho por el ejecutivo que quiso ser legislativo. Pero no se preocupen, afortunadamente un juez entendió que merecía cristiana sepultura. Así que, para conmemorar su efímera existencia, pensamos en dedicarle un "escrito" (por si acaso lo extrañaban).
Por: Javier A Miranda
Otro Fracaso del Control de Armas
Con casi un millón de armas traumáticas en el país, solo unas 5,000 se molestaron en registrarse. Esto nos deja claro lo poco que importaba ese decreto. Es una brillante demostración de cómo opera el control de armas: la gente que no quiere seguir la ley simplemente no lo hace. ¡Qué sorpresa!
Una Regulación Tan "Eficaz"
Este decreto intentaba regular las armas traumáticas con medidas tan ingeniosas como llevarlas a uno de los siete puntos autorizados para entregarlas. Siete puntos para todo un país con 1,100 municipios. Claro, tenía sentido, ¿verdad? Además, debías entregar el arma en Indumil, aunque ellos se lavaban las manos diciendo que no eran responsables por los daños (como si estuvieran por encima del estatuto del consumidor). Pero eso no era todo, también debías pagar un dinerito. ¡Vaya negocio! Y todo eso para ponerle otro serial diferente al que se reconocía internacionalmente porque, claro, "era para mayor seguridad". Luego, si querías porte, tenencia o lo que sea, tenías que gastar una fortuna en tiempo y dinero para obtener un permiso que no servía para nada.
Crear Delincuentes, no Prevenirlos
Este decreto, en lugar de ponerle freno a los delincuentes, pretendía crear más delincuentes, pero esta vez entre ciudadanos honestos y trabajadores. Fue un dolor de cabeza únicamente para importadores, comerciantes, coleccionistas y deportistas.
Así que, mientras tanto, los delincuentes van por todo el país haciendo de las suyas con sus armas legales y traumáticas debidamente registradas, ¿verdad? Porque para eso son las leyes de desarme, ¿cierto?
Las "Eficientes" Leyes de Desarme
Hablemos de eficiencia: Colombia tiene una tasa de solución de homicidios del 40%, según la OEA, y una tasa de solución de robos y hurtos por debajo del 10%, según el Observatorio de Delincuencia. Pero no todo está perdido. La Fiscalía nos sorprende con la tasa más alta de solución de violaciones en 2023: casi-casi del 50%. ¿No es maravilloso?
Prevención vs. Castigo
Así que, ¿las leyes pueden prevenir feminicidios y violaciones, o sería mejor contar con un arma de fuego legal? Recordemos que las leyes en Colombia están diseñadas para castigar lo que ya ocurrió, no para prevenir que suceda. Después de todo, si fueran para prevenir, ¿por qué habría rebaja de penas?
El Decreto 1417 de 2021 pasó a mejor vida, pero su triste legado nos recuerda que las regulaciones de armas traumáticas, como todas las leyes de control de armas, a menudo se quedan cortas en la prevención de la violencia y el delito.
¿Será hora de repensar nuestro enfoque?