miércoles, 25 de mayo de 2022

LA HUELLA BALÍSTICA (O EL ANALISIS DEL DECRETO 771 DEL 16 DE MAYO DE 2022)


Tiempo de Lectura: 3 min.


Esperemos que algún día se acabe el afán de los señores Ministros de Defensa de andar firmando cuanto papel le entregan sus abogados y peritos superexpertos, que los convencen de que de esa manera (firmando papelitos) se puede solucionar algo. No hemos aprendido que, con un papel legalmente bien redactado, pero sin principios ni bases fundamentales o científicas de ningún tipo, no se logra un cambio; y eso no pasa ni ha pasado ni con el feminicidio, ni los límites de velocidad, ni con el narcotráfico, y mucho menos con el control de armas.

Por: Javier A Miranda

La perla de hoy es el Decreto 771 del 16 de mayo de 2022, que habla de la Identificación Balística de las armas de fuego a partir de la huella que deja el proyectil al pasar por las estrías del cañón, creando una tontería llamada “Registro Nacional de Identificación Balística” para realizar “control y verificación” con el propósito de “contrarrestar y reducir la ocurrencia de delitos y comportamientos contrarios a la convivencia”.

Y es que ahí es donde empieza el circo. Podría ponerme técnico hablando de balística, pero finalmente los expertos asesores del Ministro no lo entenderían de ninguna-ninguna-ninguna manera. Entonces, y solo para desahogarme, vamos por partes:

Parte I:
Para efectuar el “Registro Nacional de Identificación Balística”, se requiere tener físicamente el arma de fuego a la cual se le va a tomar la huella balística; así que dicho elemento tiene que estar en mano de las autoridades. De tal manera que, si un investigador tiene un arma encontrada en un homicidio, debe verificar el número serial del arma contra el registro que tiene el Departamento de Control al Comercio de Armas, Municiones y Explosivos (DCCAE), y entonces:

1. Puede determinar si es legal. Si lo es, entonces no se necesita nada más que requerir a quien aparezca como propietario del arma y hacer el resto del trabajo...

El programa que usa el DCCAE, tiene TODOS datos de propietarios de armas legales, a saber: nombres, apellidos, direcciones, teléfonos, huellas digitales, referencia bancaria, número de cuenta, fotografía reciente, nombre del contador, certificación laboral, etc.

2. Si el número serial no aparece en el sistema de registro del DCCAE, entonces se trata de un arma ilegal. ¡Así de simple!

En cualquiera de las dos alternativas, el arma pasa a control de las autoridades; y muy seguramente su destino (pasada la investigación) será la destrucción del arma, de tal manera que no habrá posibilidad alguna de que ocurra otro delito con ese mismo aparato.

Parte II:
En el caso de que se encuentre un proyectil y/o vainilla en la escena de un delito (el lugar de los hechos), este podría eventualmente relacionarse con un arma que haya sido previamente empadronada en el Registro; y eso suena espectacular hasta que lo llevamos a la vida real.

Pongamos de ejemplo los 8.000 homicidios que en promedio tenemos en Colombia anualmente por arma de fuego. Estadísticamente hablando de esos homicidios, el 97% (7.530) son realizados con armas ILEGALES, de tal manera que para correlacionar arma y proyectil + vainilla se requiere (como vimos en la Parte I) tener físicamente el arma de fuego. Entonces la conclusión inmediata es que con el “Registro Nacional de Identificación Balística”, NO PODRÁN SER RESUELTOS NINGUNO DE ESOS 7.530 HOMICIDIOS.

Ahora bien, cada vida vale y en eso estamos de acuerdo: cada vida vale. Entonces, ¿qué sucede con el 3% de los homicidios que son hechos con armas de fuego legales? De esos 470 homicidios, aproximadamente 375 son crímenes de odio y/o crímenes pasionales, y de estos el 100% tiene una tasa de condena porque siempre se trata de personas que poseen armas de fuego y son plenamente identificadas, ya sea por los testigos o por el registro que se tiene de arma y propietario en DCCAE.

De los 8.000 homicidios, nos quedan 95 casos que podrían ser resueltos con la intervención del “Registro Nacional de Identificación Balística”; sin embargo, de esos 95 casos, según los números del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, 86 son resueltos usando métodos convencionales (el 90%), con lo que SOLO ESCAPAN DE LA JUSTICIA, NUEVE (9) HOMICIDAS CON ARMAS LEGALES, esto es el 10% del 3%.

Por supuesto, la pregunta que de inmediato asalta es: ¿Se requiere de tanta alharaca para 9 casos de 8.000? Es decir, montar un proyecto de este tamaño, que seguramente va a costar un mundo de dinero, ¿para resolver el 0,1% de los homicidios? Cada vida cuenta y en eso estamos de acuerdo: cada vida cuenta, pero ¿si vale la pena una implantación de esta magnitud para atrapar a 9 o 10 homicidas, mientras que 7.600 quedan libres? Yo realmente eso no lo sé, pero lo que sí sé es que con la implementación de todo esto, de ninguna manera se “contrarresta o reduce la ocurrencia de delitos”. Eso sí que lo tengo claro.

Parte III:
Dice que se deberá realizar un empadronamiento de las armas de fuego… obvio, pero con lo que no cuentan los expertos asesores del Ministro de Defensa en su sapiencia suma, es que LAS ARMAS DE FUEGO LEGALES YA ESTÁN EMPADRONADAS. Ver Parte I; les doy una pista en donde dice: “El programa del DCCAE, tiene TODOS datos de propietarios de armas legales, a saber: nombres, apellidos, direcciones, teléfonos, huellas digitales, referencia bancaria, número de cuenta, fotografía reciente, nombre del contador, certificación laboral, etc.”

SOLO ESPERO QUE NO HAGA PARTE DE LA EXPERTICIA DE LOS PERITOS, EL ESPERAR QUE LOS DELINCUENTES VAYAN A REALIZAR EL REGISTRO Y EMPADRONAMIENTO DE SUS ARMAS ILEGALMENTE OBTENIDAS.

¿Quieren un consejo gratis los superexpertos? Reemplacen el inútil Permiso Especial de Porte por la revisión de huella balística, y verán filas de CIUDADANOS LEGALES pagando por el servicio, en aras de poderse proteger de la delincuencia desbordada que tenemos los de a pie.  Claro, solo aplica en el caso en que esos expertos realmente crean que todo esté asunto si resuelve algo.

Parte IV:
Y aquí el cierre técnico que no puede faltar: el dichoso decreto exige el empadronamiento de “las escopetas sin importar el calibre”; realmente le deseo muchos éxitos a los peritos tomando la huella balística de 9 a 350 perdigones de plomo disparados a través de un cañón de ánima lisa… jejejee. Y de por Dios, que no resulten con la recomendación experta de “le metemos una bala a la escopeta” ¡porque sabemos que son capaces de eso y hasta más!

Cierre Técnico II: ¿Quién o en dónde se realizarán las tales pruebas que si existen? Porque eso implica entrar con un arma y munición a un establecimiento cerrado o privado o una unidad militar o policial… O al menos llevar un arma para que alguien más haga la prueba; y mientras tanto, la casa o el ciudadano desarmado por cuenta de que el arma “está en pruebas”. ¿Ya calcularon quién paga por la munición y el servicio? ¿Será que van a crear unos sitios privados como los “Simetric” exclusivamente para eso? Porque si es así, muchos van a querer su tajadita…

Resumen ejecutivo del presente escrito: El papel aguanta todo. La inocencia en los niños es algo muy lindo, pero en los adultos es estupidez. Debemos recordar a todos esos asesores expertos el viejo adagio turco: Cuando un payaso se muda a un palacio, no se convierte en rey: el palacio se convierte en un circo.

¡TODOS SUS COMENTARIOS RESPETUOSOS SON BIENVENIDOS!

EL DESARME UNILATERAL (QUE NUNCA VA A FUNCIONAR)


Tiempo de Lectura: 4 min.

En Colombia hay aproximadamente 4 millones de armas ilegales en la calle (sin contar las que tienen los narco-terroristas, reinsertados, desmovilizados y todos esos bandidos), y para bajar los índices de criminalidad, en su momento la solución del presidente de la época fue ¿desarmar a los 500 mil que tienen armas legales?

Por: Javier A Miranda

Es decir, ¿en serio? ¿Qué tan obtuso hay que ser para pensar que eso soluciona algo? Parece que nuestros Presidentes son los únicos que no leen o si leen, no entienden que eso no solucionada nada, en ninguna parte del mundo; y como era de esperarse, Duque con su absoluta tibieza siguió exactamente por ese mismo camino, escuchando las tonterías que le susurraban al oído sus asesores/expertos. Por supuesto del nuevo Presidente... bueno, no es mucho lo que se puede esperar de él en este asunto; aunque la esperanza es lo último que se pierde...

Ahora bien, no existe un solo país democrático en el mundo (ni uno solo) que tenga índices de criminalidad bajos por cuenta de haber desarmado a la población y sacado de la calle las armas legales: ninguno; de hecho, por todo el planeta hay pruebas y evidencia que desarmar a la población solo aumenta los índices de criminalidad. Aquí no funciona el escalamiento, porque para eso se necesita que ninguna de las dos partes quiera lastimar a la otra; pero cuando una de las partes quiere dañar a la otra, simplemente desarmarse es lo mismo que ponerla fácil a los bandidos. Pero eso no es sorpresa nada nadie (excepto los Presidentes, ya sean tibios o de izquierda).

Entonces, como lo que mandan son las estadísticas, aquí vamos con algunas de esas que nos gustan:

Hay una tablada llamada «Índice Criminal» (que encuentran desde la ONU hasta Wikipedia pasando por la mayoría de las ONG), y como su nombre lo indica, se trata de los países con mayor o menor número de incidencia criminal. 

Revisando la tabla, encontramos que Colombia se encuentra en el número 3 a nivel mundial: un número realmente muy poco envidiable, teniendo en cuenta todas las afectaciones internas a la que los bandidos someten a nuestro país.

Entonces, si Colombia está en 3.er lugar con su población desarmada; entonces países en los que los civiles están armados, como EEUU, debería estar ubicado entre 1.º y 2.º (dice la lógica de nuestros Presidentes). Pues no, resulta que los EEUU está por allá abajo, en el número 58. Podemos suponer que EEUU debe ser la excepción a la regla. La tierra de la libertad en donde hay 340 millones de habitantes y 400 millones de armas…

Entonces vamos a Israel, allá los militares activos pueden llevar los fusiles y carabinas en la calle, los pueden llevar a la casa y en adición tienen un conflicto permanente con los vecinos palestinos... Sorpresa: Israel está en el número 31: por aquí los números tampoco van cuadrando...

Está bien, pongámonos bruscos porque debemos justificar de alguna manera las cifras que nos venden de violencia con armas de fuego legales. Vamos a los países que tienen prohibición total de porte de armas, como Francia; que dicho sea de paso, debería estar por allá en el número 200, es decir, según la lógica pretensiosa de las autoridades: sin armas no hay crímenes.  Pues resulta que Francia está ubicado en el número 25. Es decir, hay más crímenes en la Francia «totalmente desarmada» que un Israel o Estados Unidos «armados hasta los dientes».

Siguiendo nuestras averiguaciones, vamos a buscar países como Australia en donde hasta las armas de paintball y airsoft están prohibidas, además de ser una Isla-continente que no tiene fábrica de armas o municiones civiles. Según la lógica de «sin armas no hay crímenes», la querida Australia debería tener el índice de criminalidad más bajo del planeta, puesto que «solo la policía tiene armas de fuego», entonces debería estar por allá en el puesto #300. Pues no, resulta que Australia está ubicada en el #44... como ya empezábamos a suponer.


¿Y ENTONCES?
Claramente, el Desarme Unilateral nunca, jamás, de ninguna manera va a funcionar.  Lo que se debería hacer es buscar el equilibrio perfecto entre las armas legales en la calle y los  particulares legalmente armados, y no permitir que los delincuentes sean los únicos que porten armas (que son ilegales, por cierto); y por supuesto incrementar las campañas y operativos contra esas armas ilegales, que son las que están matando compatriotas; las armas legales no tienen absolutamente ninguna incidencia en la tasa de homicidios en Colombia, ya que estadísticamente es más probable que una persona muera por influenza (que tiene vacuna gratuita) a que muera por el disparo de arma legal.

Por otro lado, también tenemos la poca preparación que tienen nuestros valientes policías, una capacitación prácticamente nula y un entrenamiento inexistente; pero eso es algo que hablaremos (seguramente) en otra entrada cuando hablemos de como los comandantes de la policía se dedicaron a ser Generales y no a servir a Dios y a la Patria. Si así nuestros patrulleros son unos duros, ¿se los imaginan bien preparados y con buenos equipos? ¡Monstruos!

Todo esto se debe tener muy en cuenta, mucho más en un país como el nuestro en el que la justicia está cada vez más difusa e inmersa en las aguas turbias de la corrupción, el amiguismo y las decisiones de corazón, del compadecimiento, de los «pobrecitos delincuentes» y no de la aplicación de la ley.  Y es que parece que en Colombia no existe ni un solo delito que sea lo suficientemente grave como para convertir al delincuente en «un peligro para la sociedad», porque al parecer asesinos convictos con 10 o 12 entradas a la cárcel con tres o cuatro homicidios al hombre, siguen sin ser «un peligro para la sociedad» a la vista de los jueces de la república.

Según las lecturas que se pueden dar a las decisiones del aparato judicial, pareciera que en Colombia, quien ataca con un arma (y es delincuente de renombre) está «robando», «atracando» o «asesinando» con un propósito noble como el llevar sustento a la familia, y por eso le dan 4 a 8 años de cárcel (que por rebajas y otras cosas resulta siendo una palmada en la mano, y vaya para su casa).  Por otro lado, quien se defiende con un arma incurre en «homicidio», «tentativa de homicidio» o en el mejor de los casos únicamente en «lesiones personales» porque en apariencia tiene los medios para tener un trabajo horado de 7 a 5 de lunes a viernes o es comerciante; por supuesto su calidad de «burgués» de inmediato le hace acreedor de 20 a 30 años de cárcel. 

Me llega a la mente, y abro paréntesis con risa sarcástica, el caso de un ciudadano al que iban a atracar/asesinar, y que gracias a la buena fortuna, logró desarmar al victimario y en el forcejeo le dispara al bandido; por supuesto, nuestra macondiana fiscalía de inmediato acusó a la víctima por el delito de «porte ilegal de armas», ya que para su defensa tomó el arma del bandido y no la suya propia (¡como si pudiera tener una!)

Claro, hay unas atenuantes que se inventaron para tratar de igualar la balanza, pero que nunca serán suficientes. No hay nada más complicado que tratar de justificar el hecho de salvar mi vida o la de otros «más allá de toda duda razonable», porque es algo que es muy difícil de probar en una corte; especialmente cuando para los jueces el delincuente es delincuente por «razones humanitarias» y el que se defiende lo hace «por deporte», porque «dio papaya», porque «no debió estar ahí», porque «para qué tiene celulares tan costosos» o «quien lo mandó a ganarse esa millonada en la lotería"... 

Es mucho más fácil determinar esos factores y criticar lo que se hizo o como debió haberse hecho cuando las cosas ya pasaron, desde la comodidad de una silla ergonómica, desde la seguridad de un juzgado o siento transportados en una camioneta blinda; ya que nuestros operadores de justicia nunca han oído silbar la bala que era para ellos, jamás han tenido que parar un cuchillo con la mano desnuda, y no saben lo que es caminar de noche y usar el transporte público para llegar a la casa, solo porque el jefe pidió el informe para mañana a primera hora.


¡TODOS SUS COMENTARIOS RESPETUOSOS SON BIENVENIDOS!

ESTUDIO DEL FBI SEÑALA LA IMPORTANCIA DE QUE LOS CIUDADANOS ESTEN ARMADOS...


Tiempo de Lectura: 2 min.


Los incidentes con tiradores activos implicados, se definen como en matar o intentar matar a personas dentro de un área poblada, sin tener en cuenta los tiroteos relacionados con pandillas o drogas. En Estados Unidos hubo 50 incidentes de tiroteos en 2016 y 2017 combinados, dejando a muchos preguntándose si de hecho, se está más seguro cuando se está armado.

Sin embargo, una investigación reciente del FBI en abril mostró que, en numerosos incidentes con tiroteos, hubo personas que detuvieron a los tiradores (bandidos) mediante el uso de un arma de fuego personal.

Ciudadanos armados y desarmados se involucraron en 10 incidentes y sus acciones desinteresadas salvaron muchas vidas. La mayor amenaza planteada para los ciudadanos es la rapidez con la que se desarrollan los incidentes, y eso respalda la importancia de la preparación por parte de los agentes de la ley y también de los ciudadanos.

Se han analizado diez tiroteos. En ocho de esos casos, los tiradores (bandidos) fueron detenidos por un ciudadano legalmente armado. “En los incidentes, un ciudadano que posee un permiso válido de porte de armas de fuego intercambió disparos con el tirador (bandido) deteniendo los ataques o haciendo que el bandido huyera". En uno de los casos el bandido huyó para delinquir en otra parte, dice el informe.

Sin embargo, a raíz de algunos tiroteos y violencia con armas de fuego de los cuales lo noticieros se encargan de satanizar, el llamado para desarmar a los ciudadanos de bien no solo permanece, sino que aumenta. Según Timothy Hsiao para The Federalist, "Las armas de fuego son un buen medio para la protección personal". 

"Lo que importa no es el riesgo (o la falta de él) que las armas representen para la sociedad", escribió Hsiao, quien agregó "la defensa es un derecho que no se puede quitar en nombre del bienestar social". "Los derechos funcionan como las cartas de triunfo moral", dijo "al igual que nuestro derecho a la vida también está el derecho a la protección personal, y estos no pueden ser alienados solo porque es inconveniente para algunos".

En casi todas las encuestas, el resultado es el esperado por los delincuentes: el desarme ciudadano. Miles de ciudadanos tienen armas de fuego legales, todos ellos citan la legítima defensa como la primera y más importante razón para tenerlas, pero aún con esto, las armas (al menos) en Colombia permanecen guardadas por orden presidencial.

Es claro que la protección personal es la primera y más importante razón para tener armas. Paul Hsieh escribió para Forbes: "La abrumadora mayoría de las veces, las armas de los ciudadanos obedientes de la ley nunca se desenfundan sin razón. Pero al contrario de esto, los ciudadanos inocentes son los únicos que no pueden usar sus armas en defensa propia".

Cualquier estudio se debe centrar en el uso legal de armas en eventos de protección personal, y es por esto que las cifras deben medirse en términos de vidas salvadas o crímenes prevenidos, no en criminales muertos.

¡TODOS SUS COMENTARIOS RESPETUOSOS SON BIENVENIDOS!

Fuente: https://www.westernjournal.com/fbi-releases-pro-2nd-amendment-statement-states-the-importance-of-armed-citizens-in-america/

EL TIEMPO Y SU NOCIÓN ENMERMELADA DEL CONTROL DE ARMAS...

El análisis de Eltiempo sobre “Fiscalía pide control al porte de armas” esta bien hecho, pero mal intencionado. Es leonino, tramposo y solo quiere desinformar, providencialmente muy al estilo de ya sabemos quien... Vamos a poner unas verdades sobre la mesa, no sea que de pronto Eltiempo no tenga las cosas suficientemente claras:


(…) al menos 7 de cada 10 homicidios en Colombia fueron cometidos con arma de fuego.
Según las cifras de Medicina Legal, eso puede ser cierto. Partamos de esa base entonces...

(…) entre el 2014 y 2016 las autoridades incautaron 85.982 armas de fuego, de las cuales el 19 por ciento (16.665 armas) fueron entregadas legalmente a colombianos, pero terminaron involucradas en delitos.
Terminaron involucradas en delitos”, pero cualquier tipo de delito y no exclusivamente en homicidio: alicoramiento, porte sin permiso especial, cesiones ilegales, ubicación del arma en sitio diferente, porte o tenencia con permiso vencido, llevar munición ilegal, instalar láseres en las armas también son “delitos” que dan incautación del arma; eso sin contar el gran numero de incautaciones "porque si" de la Policía Nacional.

(…) adicionar más requisitos a la normatividad actual o volver más exigentes los requisitos actuales (…)Los requisitos en Colombia son, por mucho, mas exigentes que en casi cualquier país del planeta. El Departamento de Control y Comercio de Armas (DCCA) tiene una política de aplicación explicita de la ley. La Industria Militar (INDUMIL) duplica y, algunas veces cuatriplica el valor de las armas como parte de la política de control de armas. Pero todo lo anterior solo ha llevado al aumento de las armas ilegales porque para los bandidos es simplemente imposible hacerse a un arma de fuego legal en Colombia.

El documento indica que en países como Japón para que un ciudadano tenga un arma legal debe aprobar un examen escrito, una prueba de polígono con más del 95 por ciento de acierto, y superar una prueba de salud mental. Los permisos se expiden por tres años y al término de ese periodo se repiten las pruebas. “Si comparamos estos requisitos con los de la legislación nacional, es evidente que tenemos reglas menos estrictas”
Eso deja claro un total desconocimiento de la legislación colombiana en materia de armas y municiones. Si tuviéramos una legislación como la japonesa, tendríamos al menos el triple de armas legales en la calle. De no ser por los controles del DCCA, que son (en resumen) MUCHO MAS EXIGENTES que en Japón, porque sumando a lo que “hacen en Japón”: se realiza una verificación de antecedentes en todas las entidades y organismos de control (procuraduría, fiscalía y contraloría), el aspirante debe certificar que tiene un ingreso estable y suficiente, una situación laboral definida así como una profesión u oficio establecida. Todo esto legalmente certificado y verificado. Además de superar las pruebas de polígono, se exige una clase de dos horas de legislación y uso correcto de las armas, y la prueba de salud mental también viene acompañada de una prueba de capacidad y aptitud física. Por si esto fuera poco, se debe aportar un grupo de pruebas que justifiquen la necesidad de portar un arma y todo esto se verifica personalmente, y entrevista, ante un oficial superior de las Fuerzas Militares. Si se aprueba el arma, esta se entrega con un permiso por tres años (como en Japón) pero adicionalmente se requiere un permiso especial también emitido por las Fuerzas Militares para poder portar el arma; y por si fuera poco, el precio del arma también se convierte en un factor de frustración para aquel que desee portar un arma, eso sin comentar que no se pueden comprar mas de 200 cartuchos al año. Ojalá tuviéramos una legislación como la japonesa, que es, comparada con la colombiana, absolutamente laxa! En Colombia una demanda de alimentos, una multa sin pagar es suficiente para que sea negada un arma de fuego.

(…) hay una relación directa entre la violencia y la disponibilidad de armas de fuego, especialmente cuando hay presencia de redes criminales como las establecidas en el país.
Por supuesto, porque no son armas legales. Las redes criminales no van al DCCA a solicitar legalmente la adquisición de fusiles de asalto o pistolas automáticas.

(...)en nuestro país nunca ha habido una política establecida e integral para luchar contra el tráfico de armas.
Claro que hay una política; de otra manera no se hubieran incautado “85.982 armas de fuego” en dos años. Decomisar casi 120 armas diarias es una política fuerte! Pero cuando el mayor traficante de armas que existe en el país, que son las Farc-ep, está aspirando a la presidencia de la república y tiene asegurados 20 congresistas, realmente no es mucho lo que se puede hacer al respecto. Las armas ilegales están en manos de los bandidos; la policía hace su mejor esfuerzo. Los ciudadanos de bien no cometen crímenes con sus armas. Eso es suficientemente claro!

(…) analiza estudios internacionales que afirman que la disponibilidad de armas en manos de los ciudadanos tiene un efecto directo y son “un factor de riesgo”
Los estudios reales (y no inventados por Eltiempo) aseguran que entre mas armas legales hay en manos de los ciudadanos, menor es el índice de criminalidad. Solo en wikipedia, en una muy rápida buscada, hay 51 estudios que prueban que entre mas armas legales, menor la tasa de crímenes. Si quieren “estudios internacionales”, no se los inventen: vayan al estudio del FBI que sustenta esa realidad.

Advierte también que las armas no solo aparecen vinculadas a casos de sicariato, sino en episodios de intolerancia como riñas.
Por supuesto, todo el tiempo se habla de armas ilegales. Las cifras de casos de sicariato con armas legales son cero (0).

(...)la baja y decreciente proporción de armas incautadas en comparación con los miles de miembros de organizaciones criminales capturados
De nuevo se habla de armas ilegales. La cifra de armas legales relacionadas con organizaciones criminales es cero (0).

(…) realizar un censo de las armas que hoy están en poder de los colombianos y de las que han sido entregadas o decomisadas (…)
Esas cifras ya existen. Solo se requiere una carta de la Fiscalía solicitando esa información al DCCA, y la Fiscalía tendrá esa información en menos de 48 horas. Por supuesto, se trata de la cifra de armas legales... si se tuviera el listado de las armas ilegales, ya no serian ilegales, correcto?

(…) sin una política unificada las armas seguirán “llegando a manos de personas y organizaciones criminales, lo cual incidirá en la tasa de homicidio.
La política debe ser continuar atacando a los ilegales y a sus armas, es decir a las organizaciones y los individuos criminales: no constreñir a los usuarios legales de las armas y tratarlos en todo momento como si fueran delincuentes.

Las mismas cifras de Medicina Legal (en su reporte Forensis) han establecido que con la prohibición del porte de armas, los homicidios no han disminuido, la cifra se mantiene estable, veamos:

Homicidio por arma de fuego 2015: 8.290;
Homicidio por arma de fuego 2016: 8.066;
Homicidio (cualquier forma) ENE-SEP 2017: 6.889.

Cifra de Interés: Tasa de mortalidad promedio anual por Desnutrición en Colombia: 6.570.
Cifra de Interés: Tasa de mortalidad promedio anual por Cáncer en Colombia: 16.081 (SOLO HOMBRES).
Cifra de Interés: Tasa de mortalidad por Accidentes de Transporte en Colombia: 45.806 (a 2015).

La razón para esto es muy simple: Los homicidios con armas de fuego legales, ni siquiera mueven los resultados porcentuales de las cifras de homicidio a nivel nacional. No existe un solo país en el mundo (ni uno solo) que tenga índices de criminalidad bajos por cuenta de haber desarmado a la población que ostenta sus armas legales.

Lo que hay que hacer es buscar el equilibrio perfecto entre las armas en la calle y los civiles armados, y no permitir que los delincuentes sean los únicos que porten las armas, y mucho menos en un país como el nuestro en el que la justicia está cada vez mas difusa e inmersa en las aguas turbias de la corrupción. El asunto es que el Colombia, quien ataca con un arma esta "delinquiendo" (4 a 8 años de cárcel), mientras que quien se defiende con un arma esta cometiendo “intento de homicidio” (20 a 30 años de cárcel).


¡TODOS SUS COMENTARIOS RESPETUOSOS SON BIENVENIDOS!

LAS ARMAS DE FUEGO Y LAS ESTADISTICAS ESTATALES... PERO SIN MANIPULACION


Tiempo de Lectura: 4 min.


NO EXISTE UNA RELACIÓN DIRECTA ENTRE HOMICIDIO Y ARMAS DE FUEGO LEGALES. (Violencia, Crimen y Tráfico Ilegal de armas en Colombia. ONU).

A 2017 hay cerca de 700 mil armas legales en Colombia, entonces debe haber cerca de 4 millones de armas ilegales, según el Departamento de Control y Comercio de Armas Municiones y Explosivos (DCCAE). En 2001 el Ministerio de Defensa publicó un estudio en el cual se establece que la participación de armas de fuego legales en hechos delictivos es mínima, y dicho estudio identifica, por ejemplo, que para Bogotá la incidencia de armas de fuego legales en delitos llega al 3,8% siendo el 96,2% de los delitos realizados con armas ilegales. Si se extrapola la tendencia de la ciudad más grande de Colombia al resto del país, la conclusión lógica (y única) es que la gran mayoría de delitos, incluyendo los homicidios en Colombia, se efectúan con armas de fuego ilegales.

LOS USUARIOS DE ARMAS LEGALES NO SON LOS GENERADORES DE VIOLENCIA. (Violencia, Crimen y Tráfico Ilegal de armas en Colombia. ONU).
El hecho de que 284 muertes sean producidas con armas legales, y que se esperan 14.658 muertes violentas por causas diferentes a Armas de fuego, deja una lectura muy clara al respecto a la incidencia de las armas legales en los homicidios en Colombia. En Colombia, manteniendo la tendencia del resto del mundo, los países y ciudades con mayor número de armas legales presentan el menor número de muertes por arma de fuego. En contraprestación, los países y ciudades con menor número de armas de fuego legales, presentan una mayor tasa de homicidio por arma de fuego.

En Colombia, esto claramente permite concluir que los asesinatos por arma de fuego en ciudades con menor número de armas de fuego legales pero con una mayor tasa de homicidio por arma de fuego (Ej. Pereira, Buenaventura, Cali y Barrancabermeja), se debe al uso de las armas ilegales en manos de la delincuencia. La relación real es “estructuras criminales - homicidios”, y no como equivocadamente se pretende exponer desde el gobierno mal informando que se trata de “usuarios legales – homicidios”. Es lógico entender que al restringir a los usuarios legales, se está atacando el problema de manera equivocada. No existe un solo país en el mundo (ni uno solo) que tenga índices de criminalidad bajos por cuenta de haber desarmado a la población que tiene sus armas legales.

LA LEY DE RESTRICCIÓN AL PORTE PUEDE SERVIR… PERO EL DELINCUENTE NO ESTÁ PENSANDO EN ACATAR LA LEY. (Observatorio Forensis. Medicina Legal).
Las armas legales están sobre todo ligadas a casos de muertes por intolerancia; y la restricción al porte de armas no ha arrojado las cifras esperadas en la reducción de homicidios por arma de fuego; y aunque es claro que cada vida vale, lo que se está es logrando que las cifras de homicidio se mantengan, pero a costa del aumento de las muertes de ciudadanos de bien. Eso lo confirma el hecho de que para 2017 la cifra de muertes violentas se haya disparado con un incremento del 52,09%, mientras que las muertes por arma de fuego solo se redujeron en un 7,94%. Por ende se puede concluir que en el total de los homicidios por arma de fuego en Colombia, las armas de fuego involucradas son aquellas que están en manos los que “trabajan” con ellas, haciendo referencia directa a las actividades ilícitas.

En Colombia mueren más niños por desnutrición, mueren más hombres de cáncer de próstata, más personas en accidentes de tránsito que el total de homicidios por amas de fuego tanto legales como ilegales... y no vemos al Gobierno central realizando campañas contra la desnutrición o mejorando los tratamientos contra el cáncer en la Empresa Promotora de Salud (EPS). Como dijo Thomas Jefferson: “Las leyes que prohíben el porte de armas desarman únicamente a aquellos que no están ni inclinados ni determinados a cometer crímenes”.

LOS COLOMBIANOS NO TENEMOS CULTURA DE ARMAS DE FUEGO. (Observatorio Forensis. Medicina Legal).
En Colombia (y hablando de las armas legales) no tenemos cultura de armas, tampoco hay una cultura generalizada para su uso y por eso jamás ha habido ni habrá un uso indiscriminado de estas, más allá de las estadísticas que concluyen que el 1,28% de las Muertes violentas son causadas por armas de fuego legales. Otra muestra clara de que la violencia no la generan los portadores de armas de fuego (legales e ilegales) es que de los 190.616 casos registrados a SEP.2017 de lesiones no fatales, solo 1.392 (0,73%) fueron efectuados por armas de fuego; por otro lado, 84.466 (44,31%) fueron ocasionados con armas contundentes, y 22.920 (12,02%) fueron realizados con armas cortantes, punzantes o corto-contundentes... y no vale ni la pena mencionar los accidentes de transporte, que tienen cifras que quedarían por fuera de la tabla.

SIN PORTE DE ARMAS, LOS DEMÁS DELITOS AUMENTAN. (Tabla de delitos 2016. Policía Nacional).
Es una tendencia natural que desarmando al ciudadano de bien, los demás delitos también aumentan. Por ejemplo, los delitos Contra la Vida y la Integridad Personal, aumentaron el 49,61% pasando de 147.891 en 2015 a 221.256 en 2016, y no es de extrañarse que dichos delitos estén “amparados” bajo la figura de no porte de armas en Colombia. No es coincidencia que también hubieran aumentado los delitos relacionados con el Secuestro en 84,90% pasando de 12.727 en el año 2015 a 23.532 en el año 2016. El Hurto (a Personas Residencias y Comercio) también aumentó de manera significativa, aumentando a 145.047 en 2015 a 193.819 casos en 2015, con un incremento del 34%. Es claro que los delincuentes son alentados al atacar a una víctima desarmada porque saben que no corren riesgo, la lógica indica que a medida que haya menos ciudadanos armados, disminuye el peligro para los delincuentes. La restricción al porte ha demostrado que no solo no se disminuyen las tasas de homicidio, sino que también se aumentan las tasas de otros delitos. En conclusión: a menos armas, igual número de homicidios pero con mayor criminalidad.

UN MAL NECESARIO QUE TENEMOS.
El DCCAE, es el ente encargado por el Comando General de las Fuerzas Militares (CGFM) para realizar los filtros a cada persona interesada en obtener un arma de fuego legal en Colombia y seleccionar quien puede o quien no puede obtener una. Los filtros y controles no son tan estrictos como para no ser superados por personas de bien, pero tampoco son tan laxos como para permitir que cualquiera persona de cualquier condición se haga a un arma de fuego legal. Los controles están bien.

Sin embargo, el trámite es tan tortuoso, engorroso y lento, que está generando un submundo de “tramitadores de armas” que gestionan y obtienen las armas mucho más rápidamente que el ciudadano del común a cambio del cobro por una “asesoría”, pudiendo convertir al DCCAE en un foco de tráfico de influencias y corrupción más allá de sus “justas proporciones”; no por nada aparece el DCCAE con relevancia en el Mapa de Riesgos de Corrupción del CGFM. Si se pudiera lograr de alguna manera que el DCCAE parezca más una oficina de Control y Comercio y menos una EPS en donde el usuario legal llega con la camándula en la mano, a esperar por horas y horas a que lo atiendan... pudiendo pasar que simplemente no lo atenderán ese día.

Si las cifras de homicidio por arma de fuego, han sido el gran logo de Santos para justificar la prohibición al porte, Santos debería también prohibir el asesinato o incluso prohibir las drogas, estoy seguro de que con eso también baja los índices de muertes y consumo...

¡TODOS SUS COMENTARIOS RESPETUOSOS SON BIENVENIDOS!

※ ※ ※
ALGUNAS CIFRAS DE RESPALDO (Observatorio Forensis. Medicina Legal).
*Total Muertes Violentas (TMV)
2016: 16.602 (Esperadas 22.136).
*Violencia por Arma de fuego
2017 (Sep): 5.609 (Proy. Dic.: 7.478). 33,78% del TMV
2016: 8.072.
2015: 8.293.
*Muertes Accidentes Transporte
2017 (Sep) : 4.659 (Proy. Dic.: 6.212) 28,06% del TMV
2016: 7.280.
2015: 6.884.
*Tasa de mortalidad promedio anual por Desnutrición en Colombia: 6.570.
* Tasa de mortalidad promedio anual por Cáncer en Colombia: 16.081 (SOLO HOMBRES).