Hummm… Isagén es patrimonio colombiano: Sí.
Isagén es recurso de todos: Sí.
Isagén es productiva: Sí.
Isagén debe quedarse en Colombia: Sí.
En estos días, mucho se ha hablado de la venta de Isagén, y creo que las razones para no venderla, más allá de lo expuesto arriba, son claras: el "mermelador mayor" necesita más "platica" para seguir alimentando la corrupción de la "mermelada". Como un "drogadicto" desesperado, está dispuesto a sacar dinero de donde sea, y qué mejor manera que empezar a vender lo que queda de la casa; en este caso, la "estufa".
Esa "platica" de Isagén no tiene otro propósito más que alimentar la corrupción, la "mermelada" que reparte entre sus aliados y, claro, sus amigos de las "FARC". Si todavía dudas, piensa en esto:
- El hueco fiscal creado por el "mermelador" es de 70 mil millones de dólares. En resumen, ya se mecateó los 35 mil millones de la "micro bonanza petrolera" y, encima, nos endeudó por otros 35 mil millones.
- Se llevará a cabo una "puja" por subasta, pero con un único proponente. Es decir, si ese proponente dice "200 pesos", ¡se la lleva!
- La empresa interesada es canadiense, pero tiene su domicilio en Barbados. Esto significa que, además de ahorrarse impuestos, también hay espacio para que el "mermelador" y sus secuaces saquen su "tajadita".
- Venden Isagén en un momento en que el dólar está a $3.300, pero las propuestas iniciales se hicieron cuando el dólar estaba a $1.900. En pocas palabras, estamos frente a un detrimento patrimonial de alrededor del 40%, lo que equivale a unos $4.7 billones (menos dólares por los mismos pesos).
El "mermelador" intenta convencernos de que la venta es para generar "infraestructura vial", es decir, construir carreteras de 4ta Generación (4G). Pero, al final, esas mismas carreteras tendrán peajes exorbitantes. Con esos peajes, nosotros terminaremos pagando las carreteras que se hicieron vendiendo a Isagén. Entonces, ¿en serio? ¿Vamos a pavimentar la candidatura de Vargas Lleras?
Claramente, la venta de Isagén no es para mejorar al país, sino para intentar tapar el hueco fiscal generado por el "mermelador mayor" y sus amigos. Esta venta, además de ser un pésimo negocio, pone en riesgo uno de los pocos activos estatales que todavía funcionan en Colombia.
Nota final: Más allá de la venta de Isagén, lo que realmente preocupa es que el "mermelador mayor" seguirá mecateándose la "platica" en su famosa "mermeladita". Porque, si en algo es experto, es en eso.