En Colombia, parece que estamos viviendo una especie de "boom" del graffiti no autorizado. Cada día, más muros públicos y privados amanecen convertidos en lienzos improvisados para mensajes, firmas o "obras de expresión" que, según sus autores, merecen ser admiradas por toda la ciudadanía. Desde los "murales de las cuchas" hasta las firmas ilegibles de los que se creen el próximo Dalí, el paisaje urbano se ha llenado de colores, pero también de problemas.
Por: Javier A Miranda
Corrección: DeepSeek
Pero, ¿realmente estamos hablando de arte? Spoiler alert: no. Cuando no hay autorización, esto no es arte, es vandalismo. Y la ley colombiana lo deja más claro que un muro recién pintado de blanco, aunque “los cuchos” no lo tengan claro.
La ley es clara: Pintar sin autorización es vandalismo (aunque te creas el próximo Miguel Ángel)
Para aquellos que todavía no lo tienen claro (y parece que son varios), el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016) no deja lugar a dudas: pintar grafitis o letreros en muros sin el consentimiento del propietario es un acto vandálico. No importa si tu "obra maestra" es un mural que rivaliza con la Capilla Sixtina, un simple garabato que ni tú mismo entiendes, o si tratas de convencernos de tus mentiras de a puño: si no tienes permiso, estás violando la ley. Punto.
Y por si alguien piensa que esto es una exageración, el Código Penal Colombiano entra en escena con su Artículo 265, que tipifica el delito de daño en bien ajeno. ¿Qué significa esto? Que si destruyes, deterioras o inutilizas un bien mueble o inmueble de otra persona (sí, eso incluye pintar un muro sin permiso), o del Estado, te enfrentas a una pena de uno a cinco años de prisión, además de una multa económica. ¿Sigues pensando que tu “expresión” vale la pena?
Pero, ¿qué implica realmente este daño? No es solo una cuestión estética. Pintar un muro sin permiso genera costos económicos para el propietario o para el estado, quien debe asumir los gastos de limpieza o restauración. Además, afecta la convivencia ciudadana y el respeto por el espacio público y privado y por supuesto, la polarización política. En otras palabras, no es solo "pintar una pared" con cosas de cuchos y cuchas, es violar los derechos de los demás y generar un impacto negativo en la comunidad.
La propiedad privada: Un derecho fundamental (aunque algunos lo vean como una sugerencia)
Aquí hay otro concepto que parece perderse en el debate: la propiedad privada. Sí, ese derecho fundamental que la Constitución Política de Colombia reconoce en su Artículo 58. Este artículo no solo establece que la propiedad tiene una función social y ecológica, sino que también deja claro que es un derecho pleno, exclusivo, perpetuo e irrevocable.
En otras palabras: el muro no es tuyo. No importa si crees que tu mensaje es importante o que tu “expresión” merece ser visto por todos. Si no es tu propiedad, no tienes derecho a intervenirla. Y no, no es una cuestión de opinión, es la ley.
Pero, ¿qué pasa con aquellos que insisten en que el espacio público es de todos? Bueno, el espacio público también está regulado. Pintar en un muro público sin autorización no es una expresión de libertad, es un acto de vandalismo. Y sí, eso también aplica para los grafitis "con mensaje social". Las buenas intenciones no justifican violar la ley.
A los presuntos periodistas que romantizan el delito: No, no es "arte" ni "expresión", es vandalismo
Y mientras algunos medios y presuntos periodistas se esfuerzan por romantizar estas acciones, llamándolas “arte” o “expresión”, es importante recordarles que no todo lo que se pinta en un muro es digno de admiración. ¿De verdad creen que justificar el daño en bien ajeno con discursos pseudo-intelectuales los hace más “progresistas”? Pues nop.
Lo único que logran es normalizar el vandalismo y menospreciar el verdadero arte, que no necesita violar los derechos de otros para existir. Así que, antes de escribir su próximo artículo glorificando a los "artistas urbanos", tal vez deberían revisar el Código Penal o la Constitución. Porque, al final del día, no importa cuántas palabras bonitas usen: el vandalismo no es arte, es delito.
Y para aquellos que, en un alarde de presunta ironía malentendida, intentan equiparar la restauración (borrar) de un muro vandalizado con un acto de "vandalismo inverso" ni de “daño” a su expresión, permítanme aclarar algo: corregir el daño no es lo mismo que causarlo. Restaurar un muro pintado sin autorización no es un acto de represión ni de censura, es devolverle a la propiedad su estado original y respetar los derechos del propietario. No se trata de borrar “expresión” alguna, sino de reparar un daño que nunca debió existir. Así que, no, pintar de nuevo un muro lleno de “expresiones” no autorizadas no es vandalizar, es hacer reparación.
La expresión no justifica el vandalismo (y no, no eres una víctima del sistema)
A estas alturas, debería estar claro: no todo lo que se pinta en un muro es expresión. Cuando no hay autorización, es vandalismo. Y no, no importa si te consideras un artista, un activista o simplemente alguien con mucho tiempo libre. La ley no hace excepciones basadas en tu autopercepción.
En Colombia, la Ley 1801 de 2016 y el Código Penal están ahí para proteger a los ciudadanos de este tipo de acciones. Y aunque algunos insistan en que estas normas son represivas, la realidad es que son necesarias para garantizar el respeto por la propiedad privada y el espacio público.
Así que, la próxima vez que te den ganas de agarrar un tarro de pintura y "dejar tu marca" en un muro ajeno, piénsalo dos veces. Porque, al final del día, el verdadero arte y las expresiones no necesitas violar los derechos de otros para existir. Y si no estás de acuerdo, siempre puedes usar el muro de la sala de tu casa.
Que lloradera la de los uribestias, límpiese los mocos y ponga la queja en el CAI más cercano
ResponderEliminarQue ardida la de los mamers, tómese una aromática, lea y desahóguese en un grupo de WhatsApp.
EliminarEl tipo no va a entender eso. Imaginate que bansky pidiera permiso para hacer su street art.
EliminarMás Claro imposible..!!
ResponderEliminarEs decir que cualquier divulgación o copia, con permiso podría dejarse siempre y cuando se tenga la debida autorización...
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